Trastornos de la atención su relación con el aprendizaje aspéctos medicobiológicos del síndrome ADHD
Dr.
José Félix Nani
Docente Autorizado y Profesor Asistente de Pediatría
U.B.A.
jfnani@ uol.com.ar
_________________________________________
La
creciente necesidad de adquirir habilidades para desempeñar
un papel útil y efectivo en nuestra compleja sociedad actual,
pone en relieve las dificultades que padece una proporción
significativamente grande de niños en edad escolar.
Definimos
el término Aprendizaje como "la modificación del comportamiento
como resultado de la experiencia".
Consideramos,
al igual que la Academia Americana de Pediatría en su comunicación
del año 1980, que los problemas de aprendizaje se deben o
conllevan, alteraciones en el funcionamiento de la Atención.
Definimos
el término Atención como "un proceso activo por el cual
seleccionamos la información procedente del ambiente o de
nuestro propio organismo, para luego elaborarla y de esa manera
determinar su trascendencia y finalmente emitir la respuesta
más adecuada".
Mencionaremos
algunas de sus propiedades:
Un
individuo es Consciente si tiene capacidad para Atender y
cuando es necesario Modificar su Atención.
Existe
tanto en el hombre como en los animales.
Presupone
Percepción y Memoria.
Es
variable desde el estado de Vigilia hasta el Sueño.
Es
un proceso inherente al aumento de Complejidad del S.N.C.
Induce
a modificar alguna acción ante posibilidades diferentes.
La
Repetición constante de ciertos hechos, lleva a la Reducción
de la Atención.
Cuando
algún paciente tiene Atención Dispersa, recibe todos los estímulos
a la vez, como cuando se observa un paisaje. Falta el proceso
de Focalización o Reflejo de orientación, que responde a la
pregunta: ¿De qué se trata? Esta reacción primaria del organismo
ante cualquier estímulo, puede se óptima o estar alterada.
Los
Trastornos por Déficit Atencional, se caracterizan por Distracción,
Corto tiempo de Concentración, Impulsividad, Deficiente Control
de su Conducta e Hiperactividad.
Son
presa de una actividad improductiva, con gran riqueza de movimiento,
sin una finalidad aparente. A esta sintomatología la denominamos
Hiperactividad o Hiperquinesia.
En
estos niños la Hiperactividad, junto al Déficit Atencional,
son los integrantes más llamativos de Síndrome de Disfunción
Cerebral Mínima, y que en un 80% de los casos clínicos, van
asociados.
Es
imperioso para ellos moverse, prefieren correr a andar, cambian
permanentemente de actividades, que abandonan casi de inmediato.
Los
problemas de disciplina surgen de la incapacidad de cumplir
indicaciones, que presumimos oyó y entendió perfectamente.
Esto le acarrea reprimendas o castigos frecuentes, tanto en
su hogar como en el colegio. Sin embargo, nosotros creemos
que si las oyó, no pudo atender las indicaciones.
Hay
mucho de casual y no intencional en gran cantidad de accidentes,
rupturas o destrucción de objetos domésticos, juguetes o utensilios
que manipulan torpemente.
La
persistencia y perseveración de estas conductas, se dan en
los niños disfuncionados y también en respuesta a problemas
de índole emocional, pero estas últimas mejoran cuando las
causas que las produjeron se atenúan o desaparecen. Además
responden favorablemente a la medicación ansiolítica o sedante
suministrada al efecto.
Al
niño Hiperquinético este tipo de drogas lo excitan, produciéndole
un efecto paradojal, es decir inverso al esperado, generando
clara diferenciación diagnóstica entre lo orgánico disfuncional
y lo emocional.
En
el Hogar, los padres se fatigan por la continua vigilancia
y cuidados que requiere, volviéndose irritables e hipersensibles,
sintiendo que el hijo interfiere en la dinámica conyugal y
familiar.
En
la Escuela, la desinhibición motriz manifestada por estos
alumnos, hace que resulte difícil para ellos el acatamiento
de normas y disciplina que se les solicita.
Al
igual que en su familia, el profesor convierte al niño en
el centro de todos los problemas que ocurren en el aula. El
paciente que además de su hiperactividad conlleva una incapacidad
para fijar su atención, falla en las tareas más sencillas,
sin responder a las demandas concretas del Docente. Toda esta
problemática ocurre en un niño que fracasa a pesar de tratarse
de un alumno inteligente.
Una
cuidadosa Historia Clínica, con los antecedentes del Hogar
y la Escuela, nos ayudará a entender mejor a estos niños y
de esa manera realizar el tratamiento y la derivación adecuada
hacia los profesionales idóneos para resolver sus dificultades,
sea cual fuere el o las áreas comprometidas.
La
sintomatología es generalmente de larga data y ya en la primera
infancia tenemos señales de los futuros problemas en la actividad
escolar o conductual. Algún desempeño madurativo deficiente
o tardío o la referencia de un retardo en la adquisición del
lenguaje, nos pondrá en sobreaviso.
Quiero
hacer notoria la diferencia existente entre niños con Trastornos
de Aprendizaje por Déficit Atencional, de aquellos que presentan
las denominadas Alteraciones Específicas del Aprendizaje,
a los que las técnicas terapéuticas y farmacológicas propuestas
en esta comunicación para el Déficit Atencional, NO favorecen.
Consideramos
que estas Alteraciones Específicas, están representadas por
gran dificultad en la adquisición de habilidades académicas
como lo son la lectura de palabras, la ortografía, escritura
y operaciones aritméticas, mientras que la asimilación de
la información general es buena.
Algunos
de los errores más frecuentes observados en estos alumnos,
es el de invertir letras y palabras.
En
general no presentan grandes dificultades en el área de la
Atención y no son Hiperquinéticos, pero en algunas oportunidades
podemos observar que las sintomatologías se superponen y tendremos
sumo cuidado para discriminar adecuadamente a quien corresponde
y con que técnicas abordaremos el tratamiento.
Resumiendo
diremos que las Alteraciones Específicas del Aprendizaje se
caracterizan por alteración en la conceptuación del tiempo
y el espacio, mala lectura y escritura con faltas ortográficas,
inversión de letras y palabras y lentitud en la adquisición
de las habilidades matemáticas.
Habiendo
realizado estas aclaraciones y diferenciaciones, nos seguiremos
ocupando de los niños con Trastornos de Aprendizaje por alteraciones
de la Atención.
ANTECEDENTES
CONDUCTUALES
Nos
referiremos a las manifestaciones en los primeros momentos
del desarrollo y que preanunciarán al futuro paciente distráctil
o hiperquinético de la edad escolar.
Así
en los primeros meses de la vida, los problemas pasan por
la imposibilidad de conciliar el sueño, con largas vigilias
del niño y sus padres. Algunas veces se agrega una conducta
irritable, llanto y cólicos abdominales de difícil resolución.
En
los años de Guardería y Jardín de Infantes, se manifiestan
frecuentes accidentes y caídas dentro de una actividad desordenada.
Las mamás los describen como "torpes e inquietos"
y la Maestra jardinera comienza a advertir a las familias
las dificultades futuras.
La
Hiperactividad se agrava en el final del pre-escolar y al
inicio de la Escuela Primaria. Allí comienza la preocupación
familiar porque aparece el "gran fantasma" de las
expectativas de los padres: El Fracaso Escolar.
La
mayoría de los niños son traídos en esta etapa de la vida
a la consulta Pediátrica, al advertirse la dificultad que
pone muy ansiosa a la familia.
En
su gran mayoría son varones y es frecuente hallar entre sus
progenitores o familiares cercanos, antecedentes conductuales
similares. La Hiperquinesia se modera a medida que nos acercamos
a la Adolescencia, pero la Atención lábil persiste, de allí
que siguen manifestándose los problemas en el aprendizaje,
al igual que su inmadurez emocional, que más adelante podrá
transformarse en alteraciones de la Conducta Psíquica y Social.
Hemos
observado que los trastornos de la Atención sin Hiperquinesia,
tienen mucho mejor pronóstico evolutivo y la mayoría consigue
terminar sus estudios sin inconvenientes. Les es más fácil
adaptarse a la vida Social y Laboral y si poseen una inteligencia
normal o superior, esta situación es aún más favorable. Pero
juega en contra del diagnóstico precoz la ausencia de la Hiperquinesia,
que en general motiva la consulta al médico especialista.
SINTOMATOLOGÍA
GENERAL DEL SÍNDROME A.D.H.D.
Estos
niños presentan un conjunto de variados signos y síntomas,
todos ellos expresiones clínicas de falta o impedimento en
el Desarrollo Neurológico, que al desorganizar la normal evolución
biológica, impiden un adecuado orden Físico, Emocional, Cultural
y Social.
Pasamos
a detallar la sintomatología:
INATENCION
Hiperactividad
sensorial
Distracción
HIPERQUINESIA
Hiperactividad
motora
Hiperactividad
verbal
Trastornos
del sueño
Agresividad
Destructividad
IRRITABILIDAD
Conducta
impredecible
Baja
tolerancia a la frustración: rabietas, berrinches y reacciones
catastróficas
IMPULSIVIDAD
Conducta
antisocial
Enuresis,
encopresis
Temeridad
INCOORDINACION
MUSCULAR (DISPRAXIA)
Torpeza
corporal
Disgrafia
Ineptitud
deportiva
Disartria,
dislalia
LABILIDAD
AFECTIVA (DISFORIA)
Deficiente
autoestima
Anhedonia
Ansiedad
Depresión
DESOBEDIENCIA
PATOLOGICA
Incomprensión
de órdenes
Repetición
de la falta
Incomprensión
del castigo
TRASTORNOS
DEL APRENDIZAJE
Dislexia
Problemas
visomotores
Disociación
Inversión
del campo visual
Perseveración
Memoria
deficiente
Pobreza
de la imagen corporal
Esta
sintomatología descripta no se da habitualmente en forma tan
florida y completa, pero el observador advertido encontrará
la pertenencia de signos y síntomas que configuren el Síndrome
A.D.H.D.
Pasamos
a describir la Sintomatología Clínica y Conductual.
INATENCION:
La
inatención sería el resultado de una perturbación del proceso
cerebral normal que impide y obstaculiza este mecanismo tan
importante para el aprendizaje. La inatención está relacionada
con la actividad sensorial. El niño con A.D.H.D reacciona
ante todos los estímulos ofrecidos.
Tal
situación refleja una incapacidad para organizar jerárquicamente
los preceptos y las ideas, con lo que éstos adquieren una
importancia uniforme, porque el niño presta la misma atención
tanto a lo esencial como a lo secundario.
No
parece escuchar las indicaciones y en general, no completan
la tarea escolar.
Al
no poder concentrarse en el trabajo y en diversas tareas que
le imponen sus obligaciones, esto es reflejado en sus calificaciones
y conceptos de sus maestros y profesores. Pero también en
los juegos, les es muy difícil adaptarse a los códigos y normas
de cada uno de ellos.
Esto
hace mostrar al niño ante sus maestros como si fuera deficiente
mental, cuando en realidad son niños con inteligencia normal.
Tienen
descendida la capacidad de hacer prevalecer la Direccionalidad
y Focalización de la Atención, que es la que nos incorpora
la posibilidad de aprender, jerarquizando la globalización
espontánea, es decir aquella que capta estímulos variados
en calidad e intensidad y que los desvía del objetivo primordial,
cuál sería la utilización adecuada del proceso enseñanza-aprendizaje,
tema que nos compete a esta presentación.
Creemos
que esta particularidad pone el sello específico del Síndrome
de Dificultad Atencional.
HIPERQUINESIA
O HIPERACTIVIDAD:
Es
un estado de movilidad casi permanente que el niño manifiesta
desde pequeño. Se origina en su interior y se manifiesta en
todas las actividades de su vida.
Hay
autores que explican la Hiperactividad a partir de la perturbación
de la Atención, aduciendo que el niño no puede dejar de responder
a los estímulos que percibe y de allí los movimientos y acciones
cambiantes e incesantes, que lo tornan conductualmente molesto
e irritante, a la vez que de difícil contención organizativa
social y escolar.
La
Hiperactividad motora no conlleva realizar acciones productivas, sino al contrario, no termina nada de lo mucho que inicia.
Es
corredor y trepador, no elige estar sentado y es muy difícil
mantenerlos entretenidos. Hemos observado que si los estímulos
son muy intensos e interesantes, como por ejemplo, la computación
o programas televisivos elegidos por él, puede llegar a concentrarse
algún tiempo y sacar conclusiones útiles.
IRRITABILIDAD:
Tanto
los estímulos placenteros como los frustrantes provocan respuestas
exageradas de júbilo o enojo.
Se
observan dos formas sintomáticas derivadas de su tendencia
irritativa. Por un lado, el niño muestra escaso control sobre
su conducta y ésta se vuelve impredecible a la vista de los
adultos. Pero también observamos una baja tolerancia a las
frustraciones que se manifiestan con rabietas y berrinches
exagerados.
Al
no ser complacidos en lo que desean, pueden terminar en crisis
de tanta importancia, que los padres pierden muchas veces
la paciencia y los reprenden o castigan, generando reacciones
agresivas y no buscadas por sus progenitores.
IMPULSIVIDAD:
Es
la pérdida de la capacidad para inhibir la conducta. El niño
hace lo que el impulso le indica, sin medir las consecuencias
de sus actos.
Da
la impresión de no poder tolerar la menor demora en la satisfacción
a sus demandas. Actúa sin pensar ni evaluar el resultado de
su proceder.
La
impulsividad incluye lo que podríamos denominar "conducta
antisocial", que está integrada por agresividad y destructividad.
Es
notorio que interrumpa las conversaciones, se adelante en
las respuestas y que en los juegos grupales no espere su turno.
También
vemos como valor agregado, sintomatología relacionada a la
patología emocional, como lo son la enuresis y algunas veces
encopresis.
Al
cometer actos que deriven en agresividad, son niños demasiado
frecuentemente castigados y muchas veces confundidos con
psicópatas, aunque no lo son.
Requieren
estar sujetos a constante supervisión y aún así, no podremos
garantizar un control en su conducta.
INCOORDINACION
MUSCULAR O INMADUREZ MOTORA:
Necesitan
estar sujetos a constante supervisión, la cual no siempre
es efectiva.
Algunos
de los niños hiperquinéticos tienen un desarrollo motor aceptable,
pero lo habitual es que exhiban torpeza general, la que involucra
tanto a los movimientos gruesos como a los finos.
Son
frecuentes las caídas y golpearse contra muebles. Su poca
seguridad para retener cosas entre las manos, los hace poco
confiables para transportar objetos frágiles, etc.
La
incoordinación para los movimientos finos se descubre fácilmente
en la caligrafía, así como también dificultades para abotonarse
la camisa, recortar figuras, etc.
Hay
alteraciones en el rendimiento general y en la coordinación
ojo-mano, y se perciben dificultades en el equilibrio.
La
dispraxia como conviene llamar a esta forma de incoordinación,
cuando acompaña a los síntomas más frecuentes de la disfunción,
adquiere una significación importante y su reconocimiento
contribuye sin duda al diagnóstico.
La
tendencia de estos niños a responder forzadamente a todos
los estímulos, se refleja en su interés y atracción por detalles
mínimos e irrelevantes.
Se
manifiesta de esta forma una incapacidad para organizar jerárquicamente
los estímulos, de tal manera que todos adquieren una importancia
similar, y con frecuencia la atención se dirige más hacia
lo superfluo que a lo esencial.
A
partir de esta incapacidad el niño puede adoptar una actitud
de OBSESIVIDAD, que se traduce como una conducta PERSEVERATIVA.
La
perseveración puede pasar desapercibida, pero habitualmente
está presente.
La
demanda de atención que exhiben, se traduce en una conducta
repetitiva, estereotipada y a veces compulsiva.
LABILIDAD
AFECTIVA:
Es
el resultado de la conducta imprevisible. La irritabilidad,
la hiperactividad y la agresividad son síntomas pertenecientes
a la esfera afectiva.
Entre
otros trastornos del campo de lo emocional podemos citar la
disforia, la cual se caracteriza por la anhedonia, la depresión,
la deficiente autoestima y la ansiedad.
La
anhedonia es la incapacidad para experimentar placer. Los
niños pueden mostrarse sobreexcitados, pero la cualidad misma
de la vivencia no es la adecuada para la situación que se
vive. Difícilmente se le puede satisfacer completamente, siempre
quiere más u otra cosa.
Es
frecuente observar la presencia de los llamados equivalentes
depresivos o bien de la depresión enmascarada que juegan un
papel importante en la evolución y el pronóstico del Síndrome
A.D.H.D.
Con
referencia a su baja Autoestima, se observa que los niños
mayores y los preadolescentes con A.D.H.D., frecuentemente
se consideran a si mismos incapaces, diferentes, malos e inadecuados,
generando alteraciones importantes en la estructura de su
personalidad. Recordemos que muchas veces escuchó decir que
él es inteligente y capaz, pero en los hechos esas posibilidades
no se les dan.
DESOBEDIENCIA
PATOLOGICA:
Son
desobedientes, pero su actitud y limitaciones establecidas
por los adultos que tienen autoridad sobre ellos, no es la
de quien desobedece a sabiendas de que comete una falta que
habrá de ocultar, sino la de quien no ha comprendido la prohibición
y su significado, ni mucho menos la necesidad de acatarla.
El
niño comete una y otra vez la misma falta sin tratar de ocultarla
y sin comprender por qué se lo castiga.
De
hecho, se muestra sorprendido cuando se le llama la atención,
considerándose injustamente tratado y responde con conductas
desmedidas a los ojos de los demás.
Las
madres suelen decir "mi hijo no es capaz de obedecer
después de una explicación y una amenaza"; "apenas
me doy vuelta, ya está haciendo lo que prohibí".
"Con
mi hijo no valen los golpes, ni los castigos, simplemente
no registra lo que prohibo".
Cabe
decir que ni siquiera es una verdadera desobediencia, ya que
difícilmente se desobedece una orden que NO se ha comprendido.
Esto
se corresponde con la incapacidad que tienen muchos de estos
niños para comprender órdenes verbales.
TRASTORNOS
DEL APRENDIZAJE:
Están
casi siempre presentes. Generalmente hacen que un maestro
que desconoce el cuadro clínico, llegue a la conclusión prematura
de que el niño sufre un retardo mental verdadero.
Se
pueden mencionar dos tipos de obstáculos para el aprendizaje
que inciden es este pseudo retardo.
La
hiperquinesia misma asociada a la incapacidad para la focalización
de la atención y que reduce el tiempo que el niño dedica útilmente
a su trabajo escolar y a las tareas en su casa.
La
existencia de verdaderos desórdenes en el proceso cognoscitivo,
como lo es la disociación y la falta de concentración.
Se
trata de la incapacidad para ver las cosas como un todo, como
una GESTALT.
Se
reconoce fácilmente en los tests visomotores, porque está
relacionada con otras incapacidades como la de traducir estímulos
visuales en actos motores.
El
niño no integra los detalles de un percepto en una totalidad
o "figura acabada", por eso es que no puede dibujar
correctamente las formas que se le presentan como estímulos
visuales.
POSIBILIDADES
ETIOLOGICAS
Al
referirnos a los Problemas de la Atención, debemos destacar
causales de trastornos neurológicos que pueden ocasionarlos
por ejemplo la mala nutrición.
Aunque
el número de neuronas no se afecte, las agresiones al S.N.C.
en la primera infancia, específicamente antes del segundo
año de vida, pueden provocar diversos tipos de alteraciones,
como lo son la disminución de hasta un 40% de las sinapsis
neuronales. Estas interconexiones no se reactivan por mejor
alimentado que el niño sea posteriormente.
De
allí que el Déficit Atencional y la incoordinación motora
que presentan estos niños, tienen íntima relación con los
trastornos que surgen del mal funcionamiento cerebral y esencialmente
cerebeloso. El cerebelo ejerce una función reguladora
cuanti y cualitativa de las funciones superiores de la corteza
cerebral.
En
animales de experimentación también se demuestra que la desnutrición
y la anoxia, influyen sobre las funciones jerárquicas y observamos una manifiesta irritabilidad y modificaciones
en el área del comportamiento social y menor motivación conductual.
Creemos
también que quienes preconizan la etiología Genética del Déficit
Atencional, tienen sus razones muy valederas para hacerlo.
Numerosos miembros de una misma familia suelen presentar alteraciones
del Aprendizaje con Inteligencia Normal o Superior. Podría
descartarse el factor Ambiental porque se estudiaron familias
con hijos Adoptivos que no tenían los referidos problemas,
y sí con los hijos propios del matrimonio.
Los
alumnos de clases sociales bajas, presentan sin lugar a dudas,
mayores dificultades y creemos que la alimentación deficitaria,
al igual que el ambiente pobre en estímulos, son los causales
fundamentales. Esta falta de motivación y la desorganización
en que sobreviven, generan la denominada Cultura de la Pobreza
en la que el niño se desarrolla con altísima probabilidad
de no salir jamás.
En
otra presentación nuestra, jerarquizamos el alto número de
niños disfuncionados en la población escolar de una Escuela
de Sordos e Hipoacúsicos y en ella demostramos estadísticamente
que aunque la indemnidad neurológica por si sola No Garantiza
la Oralización de los niños discapacitados auditivos, la Disfunción
Cerebral, al igual que la lesión Cerebral, agravan el pronóstico
de la misma.
Las
posibilidades de Aprendizaje y Lenguaje se ven seriamente
perturbadas cuando se agrega otro factor a los que provocaron
los retardos audiológicos.
Entre
las causales postnatales más frecuentes de alteraciones Neurológicas
distinguiremos:
Las
enfermedades infecciosas de los primeros años de vida, como
lo son las meningoencefalitis, el sarampión, el coqueluche,
escarlatina y neumonías, entre otras.
Los
traumatismos craneanos.
Secuelas
de ictericia perinatal.
Neoplasias
cerebrales.
Anoxias
accidentales.
Deshidrataciones
agudas, habitualmente por gastroenteritis.
La
desnutrición o malnutrición, etc.
Desnutridos
fetales.
Estas
patologías alteran habitualmente el órgano de mayor jerarquía
del ser humano: el Cerebro. De allí que quiero resaltar con
sumo cuidado que los trastornos del aprendizaje tienen como
radicación esencial el Sistema Nervioso Central. El régimen
escolar deficiente, la discriminación racial o social, el
hogar inestable, son factores que perturban y reagravan, cuando
están presentes, el pronóstico adaptivo y evolutivo. Pero
no son indispensables para la presencia del Trastorno de Aprendizaje.
El
Cerebro es el que al no estar en perfectas condiciones, produce
o en su defecto no puede impedir, las dificultades descriptas
y que aglutinamos como trastornos de Aprendizaje por dificultad
Atencional.
La
Oficina Nacional de Educación de los Estados Unidos, en el
informe denominado "National Project of Nominal Brain
Dysfunction in Children", reafirma la tendencia a interpretar
que los términos: Disfunción Cerebral Mínima y los Trastornos
de Aprendizaje por Alteraciones de la Atención, son caras
de la misma moneda y pueden ser utilizados indistintamente.
Adherimos plenamente en lo conceptual y terapéutico.
TRATAMIENTO
La
mejor terapéutica deberá siempre ser precedida de un diagnóstico
lo más acertado posible. El diagnóstico diferencial se basará
en el descarte de las alteraciones Psicógenas y algunas formas
de Epilepsia, al igual que muchas otras alteraciones del S.N.C.
no tan frecuentes como las antedichas, pero de posibilidad
cierta.
De
allí la necesidad de indicar estudios complementarios correspondientes
(electroencefalograma, tomografía axial computada, tests tales
como el Wisc revisado para niños. Nivel de Pensamiento, C.I.
Bender, Psicodiagnóstico, etc.)
No
debemos olvidar que los Débiles Mentales, también pueden semejar
por su sintomatología al niño distráctil.
Los
estudios Psicológicos, Psicopedagógicos, Foniátrico, Kinésico
y de todas las disciplinas reeducativas correspondientes,
desarrollarán el Diagnóstico Integral, así como luego generarán
las terapéuticas para la rehabilitación del pequeño paciente,
según sean las áreas afectadas que puedan o no acompañar al
Síndrome A.D.H.D.
Creemos
que escuchar la opinión de padres y maestros, es indispensable
para componer una Historia Clínica de utilidad práctica.
Vemos
con mucha frecuencia que niños en tratamiento con profesionales
especializados, no progresan ni responden acorde a las expectativas
de sus terapeutas, de sus maestros y de sus padres.
Es
allí donde creemos que se distinguirá mejor el motivo de esta
comunicación, dado que estos pacientes, al recibir medicación
farmacológica adecuada, mejoran su disposición para incorporar
las técnicas terapéuticas que necesitan e incrementan su autoestima,
el rendimiento escolar y conductual.
Los
medicamentos Psicotrópicos No Curan pero modifican conductas
y funciones, lo que hará posible la acción terapéutico-reeducativa,
al aumentar los períodos de Atención y disminuir la Hiperquinesia
e Irritabilidad.
El
manejo medicamentoso del niño hiperquinético, nace con las
observaciones de Bradley en 1937. Se basa en la acción Paradojal
de la respuesta clínica que presentan algunos niños ante la
medicación Estimulante Cortical.
Actualmente
el arsenal terapéutico parte de esa observación, pero con
medicamentos novedosos. Las primeras drogas utilizadas fueron
las Anfetaminas, (Benzedrina y Dexedrina, en desuso actualmente).
El Metilfenidato, Pemolina Mg., Citicolina e Imipramina son
en la actualidad, lo preferido, dado que el intenso uso demuestra
eficiencia y seguridad de manejo.
Las
Dosis utilizadas no tienen relación, como ocurre genralmente
en Pediatría, con el tamaño corporal, sino con el control
evolutivo y la eficaz respuesta terapéutica.
Proponemos
las siguientes dosis, de acuerdo a nuestra experiencia:
Dextroanfetaminas:
de 5 a 20 mg/día (desactualizada)
Metilfenidato:
de 15 a 45 mg/día
Pemolina
Mg: de 40 a 150 mg/día
Citicolina:
de 50 a 100 mg/día
Imipramina:
de 25 a 100 mg/día
Los
posibles mecanismos de acción de los Estimulantes Corticales
serían los siguientes.
En
Cerebros Inmaduros como el del niño, los estimulantes corticales
excitarían el Núcleo Caudado, pero no al Sistema Reticular,
dando por resultado la acción inhibitoria típica de la Dopamina.
Se
presume también, que los referidos medicamentos, inhiben la
acción del Tálamo Optico, que en los pacientes Disfuncionados
obstaculiza la función reguladora que tiene sobre la Corteza
Cerebral.
Utilizamos
también otra clase de medicamentos de acción variable, es
decir, que se requerirán de acuerdo a las necesidades, asociados
a los estimulantes corticales.
Ellos
son:
Antidepresivos
TranquilizantesMenores
(difenhidramina, metrobamatos, cloriazepóxidos, diazepán)
Tranquilizantes
Mayores
Anticonvulsivantes
(difenilhidantoína, carbamazepina, fenobarbital, primidona,
etc.)
Hay
otro grupo de medicamentos que son potencialmente valiosos
acompañando el tratamiento. Son el haloperinol, properciazina,
carbonato de litio, etc.
Existe
una tendencia terapéutica muy novedosa a la cual nos adscribimos
muy esperanzados, cual es la de administrar "precursores
de aminas biógenas cerebrales", con el fin de equilibrar
las sustancias neurotransmisoras que en estudios de dosificación
urinaria (aminograma urinario) se encuentran descendidos con
respecto a niños que no padecen de A.D.H.D. Este sería un
camino prácticamente inocuo para el paciente y tiende a suplir
los déficit probables que ocurren en la metabolización y utilización
de ciertos neurotransmisores como la Dopamina, Fenilalanina,
Adrenalina y Nordrenalina.
La
literatura mundial, las observaciones personales y los informes
recogidos en Congresos Internacionales, nos lleva a advertir
sobre algunos injustos comentarios sobre el uso de Estimulantes
Corticales con Fines Medicamentosos. Ellos son a saber: a)
No se describe en la literatura, farmacodependencia debida
al uso medicamentoso de estos estimulantes, cuando se trata
de niños que no llegan a la edad preadolescente; b) Puede
ocurrir que en los primeros días recrudezcan los síntomas,
pero luego se observará la esperada sintomatología moderadora;
c) La anorexia, pérdida moderada de peso o insomnio ocasional,
son los efectos desagradables más citados, y ajustando las
dósis en forma adecuada, podrán evitarse los efectos indeseados.
Bajo
nuestro control, niños con 5 o más años de tratamiento médico
y reeducativos, realizados en forma conjunta han mejorado
notablemente la adaptación al hogar y a la escuela.
Otras
veces al lograrse más rápidamente estos objetivos, con efectos
terapéuticos sumamente beneficiosos y sin necesidad de reiniciar
el tratamiento no se insistió con la medicación y prosiguieron
su desarrollo adaptativo.
Existe
una referencia de Eisenberg L. En "Special Refference
to Stimulente Drugs" American Journal New York 1971,
donde asegura que "las drogas no son la promesa de un
salvoconducto hacia un mundo felíz, ni representan el camino
hacia el infierno. Usadas como un simple y útil componente
de un programa integral de tratamiento, pueden ayudar a alcanzar
el desarrollo saludable de la personalidad del niño".
Por
último no debemos olvidar que todo alumno con trastornos del
Aprendizaje debido a déficit Atencional e Hiperquinesia, trae
consigo una historia de Mala Nutrición Social, lo que habitualmente
los margina consiguiendo que su inadaptabilidad genere grandes
dificultades al no lograr los resultados esperados por sus
profesores, sus familiares y por él mismo.
De
allí que todo esfuerzo multidisciplinario, sin exclusiones
de ninguna naturaleza, deberá ser utilizado para su rehabilitación
y adaptación a la Sociedad.
RESUMEN
En
esta presentación, deseo manifestar a los Profesionales y
Pedagogos ligados al tratamiento de los pequeños pacientes
que presentan trastornos de la Atención e Hiperquinesia, y
que además conllevan alteraciones en el Aprendizaje y la Conducta,
que nuestra experiencia, avalada por comunicaciones extranjeras
y de autores nacionales, sugiere incorporar a los tratamientos
reeducativos específicos, ya sean Psicopedagógicos, Psicológicos,
Foniátricos, Kinésicos, etc., y luego de una adecuada evaluación
e indicación médica, fármacos que ayuden a generar conjuntamente,
modificaciones que induzcan a una más rápida y eficaz evolución
del niño en tratamiento.
SUMMARY
In
this presentation I wish to manifest to the proffesionals
and pedagogues related to the young patients treatment which
present attention disturbance and hyperkinessi and also lead
to alteration in the aknowledgment and conduct, which our
own experience indorsed by foreign communications and of national
authors, suggest incorporating to the specifical reteaching
treatments (eihter psycological, psychopedagogical, phoniatrical
or kynesic, etc., and after an adecuate medical evaluation
and indication) pharmacs which help to generate medical all
together modifications able to induce a quicker and more effective
evolution of the child in treatment.
I
also want to add that they are neither the deficient School
regime nor the bad treatment, society, social or racial discrimination,
unstable home, the responsibles of the apprenticeship disturbance
essence, these are indeed important enclosing factors which
over-agravate the problem when they are present.
I
consider that the fundamental concept I am exposing is that
the apprenticeship disturbances have as essential localization
the childs central nervous system.
BIBLIOGRAFIA
ender
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Dr.
José Félix NANI Cuzco 399 Bs. As. T.E.: 4642 1712
CEL : 15 4479 4761
Docente
Autorizado y Profesor Asistente de Pediatría U.B.A.
E-mail : jfnani@ uol.com.ar
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