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Pesquisa precoz
de niños entre 0 y 3 años, con alta probabilidad
de presentar déficit atencional e hiperquinesia y conductas
motrices de la edad preescolar
Dr.
José Félix Nani
Docente Autorizado y Profesor Asistente de Pediatría
U.B.A.
E-mail : jfnani@
uol.com.ar
_________________________________________
Creo
necesario establecer inicialmente la diferenciación
que menciona la Escuela Neuroevolutiva del Comportamiento
Humano, entre el rol profesional del Médico Pediatra
con formación y experiencia en el campo del Crecimiento
y Desarrollo del niño y los especialistas Neuropediátricos,
Paidopsiquiatras, la Psicología, la Pedagogía
y los Educadores y de esa manera comprender alguna diversidad
de criterios que observamos en publicaciones sobre temáticas
similares, según sea la especialidad del autor y la
etapa cronológica del niño en la que se realizaron
las observaciones.
Refiere el prestigioso Neurólogo C. Lamonte de Grignon
que el Médico Pediatra es el "internista"
del niño. Lo conoce desde la perineonatología,
la puericultura y es el consultado con mayor frecuencia en
los primeros años de vida. Por esa razón debería
ser el encargado de observar los posibles desvíos de
la evolución esperada y a partir de allí, confeccionar
un diagnóstico y de ser necesario, implementar la terapéutica
correspondiente. La anamnesis del embarazo, el parto y el
perinacimiento, nos permiten sacar conclusiones Es allí
donde se requiere del profesional pediátra para hacerse
cargo del paciente y conjuntamente realizar las interconsultas
a tiempo y hacia los especialistas adecuados.
La Plasticidad del Sistema Nervioso Central es sumamente útil
para restañar alteraciones generadas por diversas noxas
que interrumpen el normal proceso evolutivo del ser humano,
pero es en las primeras etapas de la vida donde se podrán
obtener algunos resultados positivos. Por esta simple razón
insistimos en el diagnóstico precoz , las interconsultas
adecuadas y el tratamiento especializado, tratando de habilitar
al pequeño paciente en la mejor forma posible.
Los problemas que se observan en la edad escolar tanto de
aprendizaje como de conducta, no nacen espontáneamente
al contacto de esa nueva realidad. Tienen habitualmente
origen en la etapa precedente, que es el período fundamental
en el que el cerebro está definiéndose anatómica
y fisiológicamente y el niño comienza a aprender
a utilizarlo. Esta es la razón de nuestra inquietud
para el pesquisaje temprano porque considero que en estos
tres primeros años de vida, observando cuidadosamente
el desarrollo motor y conductual, podremos establecer si existirá
o no la posibilidad de que en edad escolar, se complete el
síndrome de A.D.H.D en este niño al que estamos
haciendo mención.
El abordaje con el que evaluaremos a nuestros pequeños
pacientes, requiere una formación e información
que parte del conocimiento de las grandes escuelas del pensamiento
que nos ayudan a interpretar el desarrollo humano, todas ellas
válidas y generalmente complementarias. Sin esta premisa
es sumamente difícil explicar, sacar conclusiones y
posteriormente tomar decisiones
.Es necesario que estemos preparados para ver en su totalidad
al paciente y no solo valorar sus vacunas, el aumento de peso
y su alimentación.
En absoluto queremos decir que el médico pediatra deberá
ser un especialista en áreas académicas que
no le competen, pero sí que las tenga en cuenta constantemente
cuando evalúa el proceso madurativo que generará
el crecimiento y desarrollo del niño y de esa manera
darle consejos y explicar pautas de crianza a los padres,
corrigiendo y estimulando lo que creemos sea necesario en
cada niño en forma individual.
Pasaremos a detallar muy escuetamente lo que a mi criterio
se deberá tener en cuenta al considerar el proceso
evolutivo del ser humano , desde la óptica de las diferentes
escuelas psiconeurológicas.
a)
El enfoque Psicoanalítico, según Freud. : es necesario indagar y tener en cuenta esencialmente los shocks
en la historia de la primera infancia y de sobremanera los afectivos. Las experiencias vividas generan un camino
y una resultante que incide fundamentalmente en la estructura
de la personalidad del niño. (recordemos que no podremos
avanzar más allá en este tipo de interpretaciones,
que deberán estar en manos del especialista convocado.
)
b)
El enfoque Psicobiológico, según Wallon, evaluando los estadíos de descarga, de reflejos
y autoestima , el estadío emotivo, manifestado
por el tono muscular y la función postural ; el estadío
sensorio-motor, en el que evaluaremos el andar voluntario y el estadío del personalismo, la conciencia y la
afirmación del yo.
Para este autor, el acto motor está íntimamente
ligado al desarrollo mental posterior.
De allí la importancia de obtener estos datos en
el examen clínico habitual y de ser necesario, utilizarlos
para realizar un diagnóstico y proponer un tratamiento
, porque la esfera motora, en los primeros 3 años
de vida , es la expresión más rica de síntomas
para evaluar en múltiples áreas a este niño.
c)
El enfoque Psicogénico de Piaget, que expresa
la idea de evaluar la actividad Sensoriomotor y la Representación.
La Asimilación lo lleva a explorar el medio y valiéndose
de la Acomodación, que es la modificación de
los esquemas construidos y existentes , se llega a la Adaptación
y con ella al proceso evolutivo de la vida mental.
Todo el período sensoriomotor es dominado
por lo innato, como lo son la succión, la prensión
y la actividad corporal que se estructura sin la influencia
de experiencias ajenas y es recién luego de aproximadamente
el año y medio y hasta los cuatro años que puede
utilizar la actividad interna o imitativa para ejercitarla
fuera de su cuerpo.
Esta etapa es de significación cuando valoramos a los
niños en su ritmo, sus comidas y sueños y observamos
como se comportan ante la ausencia de los padres.
Es en estas instancias donde advertimos el desborbe de los
que en edad escolar, generarán la problemática
conductual y del aprendizaje.
d)
El enfoque Descriptivo de Gesell y posteriormente de
A. Thomás ,valora la idea de que el niño se
desarrolla como un todo y la personalidad es una red organizada
de estructuras del comportamiento social y personal.
El ser humano se asemejaría a una mano a la que la
sociedad le coloca un guante con su ntervención. La
jerarquía anátomofuncional y la cualidad psicoafectiva
de la metodología utilizada en la crianza, generarán
una unión que dará como resultado las percepciones,
los juicios y conceptos individuales.
De este autor tomamos la descripción de las pautas
del comportamiento motor , como lo son la postura, la
locomoción y la evolución programada del proceso
madurativo y los aspectos sociales , como lo son alimentarse,
vestirse, jugar, la higiene y el aseo y desplazarse , todos
están basados en el desarrollo psicomotor.
Una vez descriptas estas posibles maneras de observar el desarrollo
del ser humano, intentaremos relacionarlo con la pesquisa
precoz de problemas que presentan niños que tienen
a nuestro criterio, alta probabilidad de ser en edades posteriores,
pacientes portadores del trastorno de déficit atencional,
trastornos del aprendizaje con o sin hiperquinesia y trastornos
conductuales diversos ( A.D.H.D.)
Llamo la atención de que si el Médico Pediatra
no posee una formación básica en el conocimiento
de las diferentes escuelas que explican el desarrollo neuroconductual
humano, será difícil que interprete las desviaciones
del proceso evolutivo satisfactorio y por ende no podremos
realizar la prevención adecuada en esta fundamental
área del comportamiento.
Los pediatras observamos que estos niños presentan
pautas locomotrices precoces, caminando antes del año
de edad, lo que alegra a sus padres , pero a nosotros nos
induce a seguir de cerca el desarrollo en esa área..
Se suman los movimientos constantes, aparentemente sin objetivos,
recogiendo y arrojando por ejemplo juguetes o cacerolas hacia
cualquier lado, sin que esta actividad pueda ser relacionada
con circunstancia alguna.
Muchos niños tienen esta conducta ,que puede ser explicada
epistemológicamente dentro del estadio sensoriomotor,
como reacciones circulares. Pero en estos niños
a los que nos referimos, todo es más notorio, más
intenso y más desorganizado.
Por ello , alimentarlos es un verdadero desafío a la paciencia y también llevarlos a dormir es un gran problema, al igual que complacerlos y tranquilizarlos
cuando están desbordados, semejando situaciones catastróficas.
En muchas ocasiones, observamos conductas impulsivas y agresivas,
golpeando sin ton ni son con algún objeto tomado en
sus manos, a muebles e incluso a sus familiares o a sí
mismo, autoagrediéndose. Es allí donde habitualmente
la familia nos consulta, porque les extraña y asusta
el comportamiento del niño, que no se parece al de
otros niños conocidos o familiares con los que se los
compara.
En muchas ocasiones, observamos conductas impulsivas y agresivas,
golpeando sin ton ni son con algún objeto tomado en
sus manos, a muebles e incluso a sus familiares o a sí
mismo, autoagrediéndose. Es allí donde habitualmente
la familia nos consulta, porque les extraña y asusta
el comportamiento del niño, que no se parece al de
otros niños conocidos o familiares con los que se los
compara.
En estos accesos de ira, que no son un mero berrinche, reaccionan
con violencia psíquica y física inesperada para
un niño tan pequeño y tardan mucho en calmarse,
quedando muchas veces agotados y dormidos en brazos de sus
padres, luego de una agotadora faena.
Es notorio que en estos 3 primeros años de vida, se
van perfilando lo que se denominan subgrupos de problemas
disfuncionales y es así que los catalogaremos por la
sintomatología concurrente y dominante.
La mas frecuente es la de los hiperquinéticos-impulsivos que son aquellos a los que les es muy difícil aceptar
las reglas establecidas por la familia . No pueden quedarse
sentados, ni aún para comer y entonces vemos a la madre
corriendo detrás del niño que si es más
pequeño, comerá a mano llena sin aceptar la
cuchara y tirando la comida del plato. Les es difícil
ver T.V. y no atienden ni les interesan los programas de canal
para niños. Les gusta los que muestran violencia y
agresividad , con lo que se potencian habitualmente.
También observamos aquellos que la hiperquinesia la
demuestran por medio de hablar e interrumpir constantemente.
No tendremos que dejar de observar a los que desde pequeños,
inician el camino de la desatención, que se olvidan
todo y no encuentran ni sus propios juguetes ni recuerdan
órdenes sencillas. Se desorganizan con mucha facilidad
y en ocasiones aparecen como aislados y ensimismados en lo
que les atrae y les gusta mucho , pero lo que no pasa por
su interés, es desapercibido e ignorado para ellos.
Estos grupos de niños en general, presentan carácter
cambiante y pasan fácilmente de la exteriorización
del placer a la tosudez y conviven con la agresividad del
displacer.
Quisiera dejar en claro mi pensamiento sobre una cuestión
y esta es que si recién después de los 3
años de vida se comienza a observar esta sintomatología
, es muy probable que los trastornos no pertenezcan a un niño
con A.D.H.D. sino a otra patología.
Es tan grande el impacto que produce en nuestro pequeño
niño el nuevo panorama que se le abre con la incorporación
al Jardín de Infantes y por ende la socialización
que bruscamente se le genera, tanto sea por la presencia de
nuevos y numerosos compañeros de juegos y de la maestra,
con su rol de madre sustituta durante el horario escolar.
Agreguemos a esto lo sumamente importante que es la separación
de su madre y de otros miembros de la familia, que no es extraña
la aparición de conductas anómalas, no observadas
con anterioridad e inesperadas en el núcleo familiar.
Podremos ver la aparición o exageración de algunos
síntomas conductuales como la agresividad o impulsividad
y también no es extraño advertir algunos componentes
regresivos, como pueden ser el de perder el control ya adquirido
de los esfínteres o chuparse el dedo o pedir volver
a alimentarse con el biberón o estallar con ira descontrolada
al presumir que la madre, por retirarse del colegio, lo abandonó
en ese lugar.
Lo mas probable es que esta sintomatología desaparezca
o disminuya notoriamente si no se lo envía nuevamente
al Jardín de Infantes, o se acepten las demandas que
requiera y entonces sacaremos como conclusión que fueron
factores emocionales y psicógenos los causales del
desborde. Al desaparecer la causal que provocó la problemática
y aceptarse las condiciones que impuso el niño, todo
vuelve como era antes.
Esta situación no ocurre con la conducta que presentaría
un niño con trastornos de A.D.H.D., que proseguiría
con escaso cambio , a pesar de tratarse de resolver la problemática
social que lo perturba. Los factores emocionales que mencionamos,
podrían reagravar o hacer mas notorios los síntomas
, pero sigue siendo el impulsivo e hiperquinético y
en ocasiones torpe niño que más adelante, en
la edad escolar, presentará además, trastornos
del aprendizaje.
Es indispensable, a los efectos de realizar un adecuado planteamiento,
llegar al diagnóstico y allí es donde tienen
gran importancia los antecedentes pediátricos y
el informe de la maestra jardinera.
Desde el comienzo de la deambulación, son notorios
los constantes tropiezos con muebles u objetos que se interponen
en su marcha o camino y dejarán una secuela de magulladuras
y heridas suturadas en estos atropellados niños.
También observamos a esta temprana edad , otra forma
de hiperactividad como lo es el componente verbal,
tratando de interferir en la conversación de los demás
. Acompañando a esta conducta, no es extraño
ver esbozarse el oposicionismo , sintomatología que
en edades posteriores, será uno de los mayores problemas
de la personalidad del niño, cuando se pueda convertir
en un oposicionismo sistemático.
Por intermedio de esta comunicación quisiera hacer
mención de los denominados signos blandos o equívocos,
como lo son : la torpeza para atarse los cordones de los zapatos,
abrocharse los botones, disponer de movimientos asociados
minuciosos, hiperreflexia, asimetría de los reflejos
profundos, agnosia digital, disdiadococinecia, temblores,
lateralidad mezclada, perturbación de la noción
derecha- izquierda, defecto en el guiño de ojos y finalmente
marcha torpe.
Esta profusa sintomatología representa la Dispráxia , a la que queremos dar importancia a nuestro criterio y además
porque pensamos que es muy poco tenida en cuenta en la valoración
que se realiza habitualmente con los pacientes portadores
del trastorno A.D.H.D.
En esta edad preescolar damos especial importancia a la habilidad
o torpeza que presenta el niño en el área de
juegos y deportes y que resaltarán al inicio escolar. Las destrezas conllevan una valoración social y repercuten en el niño y su familia y el Médico
Pediatra es testigo de la poca aceptación y disgusto
que a los padres les produce un desempeño no calificado
del hijo y es indudable la incidencia que ello genera en la
autoestima del niño, que soportará a menudo,
comentarios descalificadores o negativos en general, por su
comportamiento deportivo. La familia se entristece y en ocasiones
se enoja porque el hijo no resultó ser un Maradona
o alguno de los ídolos deportivos en boga.
Todo el aprendizaje motor se realiza con dificultad , costándole
mucho esfuerzo para nunca igualar al compañero .. Al
darse cuenta que no pude efectuar lo mismo dicen adios a todo
, se desinteresan y aunque al inicio habían ido al
club o al patio de juegos muy esperanzados de divertirse,
desertan y no van más, habitualmente enojados o malhumorados.
Queremos dejar en claro que el tratamiento no mejora la actividad
motriz gruesa, pero algo en cambio lo mejora en los grafismo
y algunas práxias.Pero el niño torpe, lo seguirá
siendo, a pesar de los ejercicios o entrenamientos suministrados.
Antes de finalizar , quisiera recordar brevemente como será
la sintomatología que presentarán estos niños
al llegar la edad escolar, la adolecencia y probablemente
en la edad adulta, con algunas modificaciones o compensaciones,
a nuestro criterio.
Para ello seguimos el criterio del Manual de Diagnóstico
Estadístico ( D S M IV ), fundamentalmente en lo que
es necesario tener en cuenta como lo es la sintomatología
específica , aceptada universalmente.
Sabemos por los estudios médiconeurobiológicos,
que la etiología procedería de perturbaciones
del principal neurotransmisor de la zona periorbital del lóbulo
frontal, la dopamina. Detallaremos a continuación
en apretada síntesis la sintomatología : Inatención,
Hiperquinesia, Irritabilidad, Labilidad Afectiva, Desobediencia
patológica, Incordinación Muscular y Trastornos
del Lenguaje .
Considero
que la mayoría de los niños que presentan precozmente
estos altos porcentajes de prevalencia de la sintomatología
motriz y conductual descripta, desarrollarán posteriormente
el trastorno A.D.H.D .
Nos extraña que pocas publicaciones lleguen a dar la
importancia a los que nosotros hacemos mención y solamente
encontramos como explicación, el hecho de que el período
y la edad de observación del paciente, son diferentes
y además existiría la objetivación profesional
de quién percibe la sintomatología clínica
y sobre todo la conducta motriz y a cuales de los signos
considera de mayor relevancia, según sea la disciplina
académica en la que se formó profesionalmente.
En conclusión, quisiera resaltar que la motricidad
es muy importante en el desarrollo de la conducta humana y
es fundamental correlacionarla con el desarrollo mental del
individuo en esta etapa de la vida ( de 0 a 3 años).
Conociendo las pautas del neurodesarrollo , el Medico
Pediatra pesquisará alteraciones del comportamiento
motor y emocional del pequeño niño y deberá
correlacionarlo con las posibles alteraciones que aparezcan
posteriormente.
Por ello hacemos hincapié en las descripciones que
el síndrome tiene en los primeros años de vida
, porque el niño dispráxico también
es impulsivo, irritable y disfórico desde los primeros
meses de edad, manifestaciones de la esfera motriz y conductual
que con el transcurrir de los años, se modificaran
cambiando, exagerando y potenciando la sintomatología
, siendo a nuestro criterio partícipes de la misma
entidad nosológica.
Es allí , en edades posteriores y fundamentalmente
con las exigencias de la institución escolar , donde
todo se agranda y la familia y la maestra lo ven y sufren
y nos pedirán ayuda y tratamiento Es entonces que
convocados por la urgencia familiar y social , intervendrán
la Farmacología, la Neurología, la Psiquiatría,
la Psicología y la Pedagogía.
Es nuestro criterio, luego de muchos años de dedicación
al tema, que el tratamiento sea multimodal y tenga
fundamental participación la medicamentación
farmacológica, porque vemos que de no ser así,
todos los esfuerzos Psicológicos y/o Pedagógicos
realizados, no serán útiles. O es en conjunto
o el paciente no mejorará. Existe todavía
o desinformación o prejuicios o ignorancia al respecto
y esta es la razón fundamental por la cual muchos niños
que podrían rápidamente iniciar su mejoría
integral , no lo hacen al no tener acceso al tratamiento adecuado.
Como decimos en otra publicación personal, los medicamentos
no curan pero modifican las conductas y las funciones.
Repitiendo las expresiones de L. Eisenberg diremos que "estas
drogas no son la promesa de un salvoconducto a un mundo de
felicidad, pero tampoco son un camino al infierno y bien utilizadas,
ayudarán a alcanzar el desarrollo saludable de la personalidad
de un niño ".A este concepto nos adherimos .
Dr. José Félix NANI Cuzco 399 Bs. As. T.E.:
4642 1712 CEL : 15 4479 4761
Docente
Autorizado y Profesor Asistente de Pediatría U.B.A.
E-mail : jfnani@
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