Detección
precoz del déficit de atención con y sin
hiperactividad
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Los
primeros síntomas del Déficit de Atención
con y sin Hiperactividad (ADHD) suelen manifestarse entre
los 24 y 36 meses. No es infrecuente la comorbilidad con otras
entidades clínicas, por lo que se debe detectar, identificar
y tratar tempranamente.
Durante
esta etapa los niños son más difíciles
de contentar y manejar que los demás y necesitan de
una guía u orientación únicamente. Se
trata de una minoría de niños distraídos,
desinhibidos, muy activos y absorbentes que pueden acabar
complicando la vida familiar.
Los
primeros síntomas se manifiestan entre 24 - 36
meses
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- Son
difíciles de contentar y manejar
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El
ADHD es un síndrome que en mayor o en menor medida
afecta a un porcentaje de niños que oscila entre el
3 y el 5 %. En la Ciudad de Buenos Aires, cuya población
infantil se estima en 320.000 habitantes (año 2000),
este Déficit se podría estar presente en 15.000
casos aproximadamente.
Se dice que el concepto de ADHD es controvertido; esta controversia
ha llegado a los medios de comunicación. Cuando estos
describen conductas delictivas como típicas de estos
niños tergiversan la realidad. El ADHD no lleva a un
niño a comportarse antisocialmente en forma deliberada.
Estas serían graves manifestaciones del trastorno disocial
y del negativista desafiante.
Diversos estudios, han puesto en evidencia que el ADHD se
debe a un desequilibrio de los neurotrasmisores cerebrales.
Este desequilibrio afectaría las áreas responsables
del autocontrol y de la inhibición del comportamiento
inadecuado.
Los
síntomas del ADHD/ADD se centran en: |
A)
DÉFICIT DE ATENCIÓN, acompañado de:
CARACTERISTICAS
CONDUCTUALES DEL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN
SIN HIPERACTIVIDAD
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-
Se distrae fácilmente ante cualquier estímulo.
- Tiene dificultades para escuchar órdenes y
consignas.
- Es desorganizado y pierde sus cosas.
- Le resulta difícil jugar y trabajar con independencia.
- Se desconecta (está en la luna) y puede pasar
inadvertido, se detectan alrededor de los 6 años
a partir de sus dificultades pedagógicas.
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Entre
los 3 y los 4 años son más evidentes estos síntomas
y en aquellos en que este patrón sintomático
persiste durante 6 meses a un año, es más probable
que continúe a lo largo de la infancia y de la adolescencia.
Esto significa que tanto la intensidad como la duración
de estos síntomas tempranos determinan en que niños
persistirá ADD o ADHD.
De
acuerdo al DSM-IV, la característica esencial
es un patrón persistente de desatención
con/sin hiperactividad e impulsividad. Con una intensidad
inadecuada para el nivel de desarrollo, que persiste
por más de 6 meses
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Para
poder diagnosticarlos, el comportamiento y el rendimiento,
deben mostrar un desajuste significativo con respecto a los
niños de la misma edad e igual nivel educativo.
Este síndrome tiene un importante componente genético.
Hay una base neurobiológica y su incidencia es mayor
en familias en que algún miembro fue también
hiperactivo durante la infancia. Estos niños pueden
tener alteraciones inespecíficas en el trazado electroencefalográfico.
Las
últimas investigaciones indican que una deficiencia
de las catecolaminas podría estar involucrada en la
manifestación de este síndrome y también
un posible déficit dopaminérgico en las estructuras
estrio/ frontales.
El
ADHD es un síndrome que afecta a un porcentaje
de niños que oscila entre el 3 y 5%.
En Buenos Aires serían entre 9.600 y 15.000 niños,
lo que significa un niño o más por aula.
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El
ADHD se da mas en los niños que en las niñas (1
de cada 10).
El
ADHD se da más en niños que en niñas.
Distintos autores señalan proporciones oscilan
entre 7/1 a 9/1.
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Las
niñas no son diagnosticadas porque por naturaleza tienden
a ser más introvertidas y es posible que no se las
lleve a la consulta por portarse mal sino por acumular una
larga historia de fracasos escolares.
Alrededor
de un 50 % de las madres de estos niños dicen que su
hijo durante en el embarazo se movía mucho. Otros padres
aseguran que desde que el niño comenzó a andar
no se quedaba quieto.
Algunos niños presentaron un retraso leve para gatear,
pobre coordinación visomotora y más de cuatro
accidentes importantes, tropiezan frecuentemente, se dan golpes,
hacen el ridículo y lloriquean pidiendo ayuda y agreden.
Algunos padres comentan que el niño cambió su
ritmo entre los 2 años y medio y los 3 años.
Estos
niños en una etapa preescolar poco exigente y con un
hogar tranquilo no presentan problemas hasta 1º y 2º
grados de la enseñanza general básica.
Muy pocos padres de niños de 2, 3 y 4 años solicitan
orientación para sus hijos.
CONDUCTAS
QUE PREOCUPAN A LOS PADRES
|
*
Baja tolerancia a la frustración
* Rabietas impredecibles
* Agresiones contra otros niños
* Persistencia en sus demandas
* Inestabilidad en el humor
* Exceso de curiosidad
* Intranquilidad
* Dificultad de adaptación
Si
bien las madres en un primer momento sienten que pueden controlarlos,
esta confianza disminuye progresivamente a medida que el niño
crece y a su vez, plantean serias dificultades en la relación
entre los padres.
Estos niños requieren una supervisión constante
y mayor que otros chicos de su misma edad. Llevar al niño
al jardín maternal o a la guardería aumenta
el stress de los padres. Las personas que se encargan del
cuidado se quejan de la conducta destructiva del niño
y terminan cambiándolo de jardín. Alli se inicia
una serie de problemas en la adaptación escolar que
sufren muchos de estos niños a lo largo de su escolaridad
obligatoria. Puede que alguno de estos niños, quizá
los más brillantes desde el punto de vista intelectual,
no presenten dificultades si asisten al jardín solo
medio día o tres veces por semana.
Los padres pueden trabajar mejor con estos niños que
las madres, no porque sepan educarlos mejor sino que por representar
una figura de mayor autoridad y ser más difícil
que se alteren por pasar mucho menos tiempo en su casa.
El
ADHD es un síndrome que se va a presentar a lo largo
del período escolar y con manifestaciones menos severas
o residuales en la adolescencia y la adultez.
La
diferencia entre un niño común pero de carácter
difícil y otro con ADHD se realiza a través
de un diagnóstico específico.
El
ADHD es un sindrome que suele persistir en la adolescencia
y edad adulta cuando no se inician tempranamente los
programas de intervención.
|
*
Intervención médica: Psiquiatra / Neurólogo
*
Intervención psicopedagógica |
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-
Orientación familiar |
|
-
Entrenamiento para maestros y profesores |
Intervención
psicológica
ORIENTACIÓN
A LOS PADRES |
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-
Darles información y conocimiento sobre ADHD /
ADD |
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-
Ayudarlos a encontrar conductas adecuadas para tratar
al niño |
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-
Enseñarles a manejar los límites |
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-
Aconsejarles sobre recompensas y premios |
|
-
Ayudarlos a organizar una rutina u orden, esto ayuda a
los niños a sentirse más seguros, organizarse
y concentrarse. Algunas de las rutinas se refieren a: |
-
SUEÑO
- COMIDAS
- BAÑARSE
- VESTIRSE
|
-
LUGARES PÚBLICOS
- VIAJES EN AUTO
- JUEGOS EN GRUPO
- VISITAS EN EL HOGAR |
De
acuerdo con el DSM-IV, el niño debe presentar 6 sobre
un total de 9 conductas problemáticas, junto con el
resultado del estudio específico.
Los pediatras, padres, psicólogos y profesores debemos
tomar muy en serio este síndrome ya que sean cuales
fueran los medios que utilicemos nuestra meta debe consistir
en detectarlo tempranamente y ayudar a estos niños
a entrar en la edad adulta con la mejor formación,
autoestima y habilidades útiles para la vida posible.
También
es importante mantener intactas las relaciones familiares,
de lo contrario nuestros esfuerzos serían infructuosos.
Son
los padres y los maestros, debido a la experiencia que han
acumulado, quienes pueden diferenciar con bastante exactitud
un desarrollo normal de lo que no lo es.
Hace
algunos años los maestros preferían esperar
pensando que estos síntomas eran transitorios y desaparecerían
con el paso del tiempo. En la actualidad las observaciones
de las psicopedagogas en las salas de 4 y 5 años hace
que estos niños sean detectados y que no se pierda
un tiempo valiosísimo para su tratamiento.
Los niños que manifiestan este tipo de problemas en
los primeros años de vida hacen que éstos sean
predictores de dificultades escolares, interacción
negativa madre - hijo, caracterizada por mas retos, conductas
de desobediencia y stress familiar.
No
podemos permitirnos esperar que cumplan 6 años para
que padres y maestros se entiendan y escuchen, ya que las
relaciones entre maestro, niños y padres pueden deteriorarse
en forma irreparable.
La probabilidad de que se mantengan estos síntomas
en el tiempo hace que sea necesaria la detección precoz,
para que estos niños sean conocidos en su condición
y orientados, pues son merecedores de nuestros mayores esfuerzos
y deben ser valorados como son.
"Hace unos meses, vi a un niño de 5 años
y 3 meses, extremadamente difícil, su madre estaba
totalmente desesperanzada. Le pregunté si todos veían
a su hijo tan difícil como ella y me contestó
que hasta el perro le temía. Luego de hacer una orientación
familiar acerca de como educarlo y modificar su conducta (además
fue medicado), regresó a una consulta de seguimiento
y cuando le pregunté que había cambiado, sonrió
y dijo: "ahora puedo demostrarle que lo quiero".
Lic.
Margarita Oates Turner
Psicóloga-Psicopedagoga
oatesmaggie@hotmail.com
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